No es algo que se da todos los días. El mundo de los juveniles está lleno de sueños, historias y sacrificios. Recorrer una mañana el complejo José Salmoiraghi es codearse con el futuro de Atlético Tucumán. Por caso, el 13 de enero un juvenil categoría 2008 firmó su primer contrato con el “decano”. Se trata del lateral Alexis Rad, lateral izquierdo que vive en el barrio 2 de Septiembre, a algunas cuadras del complejo, donde la Reserva se entrena todas las mañana a partir de las 7.
Hace un par de meses, otro juvenil que dio la nota por firmar su primer contrato fue Juan Pablo Valdez, quien ahora tiene 16 años, pero firmó el vínculo con el “decano” cuando todavía tenía 15. A diferencia de Rad, “Juampi” tiene un viaje de 90 minutos de ida y 90 minutos de vuelta para cada entrenamiento ya que vive en Río Seco.
El enganche estuvo en la pensión durante el año pasado, pero no se acostumbró a la distancia familiar. “Allá vivo con mi mamá, mi abuela, mi tío, mi tía y mi primita. Estuve una semana y volví, pero ahora sí creo que me voy a quedar. Es mucho tiempo y gasto venir todos los días”, explicó el juvenil, que se muestra motivado por haber firmado su contrato.
Desde una edad temprana, estos dos jóvenes futbolistas demostraron una pasión y habilidad excepcionales en el deporte popular. Ambos fueron criados en entornos modestos, por lo que se enfrentaron a desafíos económicos y sociales, pero su determinación les permitió superar las adversidades. Su compromiso con el fútbol, combinado con el apoyo de sus familias y entrenadores locales, les allanó el camino para poder dar este nuevo paso en sus vidas.
“El miércoles 10 me entrené con la Primera por primera vez. Justo ese día fue mi cumpleaños; imaginate, fue el mejor regalo de mi vida. Es una experiencia única, estoy muy feliz, tratando de disfrutar al máximo. Trataré de mejorar. Firmar el contrato es lo que busqué siempre, vengo trabajando desde chico y que se me reconozca de esta manera es muy lindo”, relató Rad.
Desde 2014 Atlético compite en las Juveniles de AFA. A casi 10 años de esa apuesta, es cada vez más recurrente que juveniles firmen sus contratos -cada vez a más temprana edad- e integren los planteles superiores. Hace unos años, el arquero juvenil -hoy tercer arquero de Primera- Enrique Maza firmó su contrato también con 15 años. Tomás Cuello, Ramiro Ruiz Rodríguez, Ignacio Maestro Puch entre otros, también estamparon su firma en su época de adolescentes.
La firma de su primer contrato representa la culminación de años de esfuerzo y dedicación. Ambos jugadores han impresionado a los cazatalentos del club con su destreza, táctica y ética de trabajo incansable. Atlético, cada vez más comprometido con el desarrollo de jóvenes talentos, vio en estos chicos un potencial que no podía ser ignorado y apostó por ellos.
“Me gusta el juego de ‘Nacho’ Fernández. Soy enganche, pero ahora estoy jugando como doble cinco, un poco más suelto. El año pasado pude conocer a Joaquín Pereyra, me entrené con él y también fue una experiencia muy buena”, dijo el nacido en Río Seco. El salto a Reserva, en junio del año pasado, obligó a Valdez a dejar el colegio y quedó de curso. “Es que en mi división se entrenaba a la tarde. Cuando pasé a Reserva el horario de entrenamiento me cambió y no pude continuar, pero este año volveré al colegio. Me quedan dos años todavía”, esgrimió.
A pesar de su juventud, estos futbolistas prometedores están listos para enfrentar el siguiente desafío: afianzarse con la Reserva, un paso crucial en sus carreras que les brindará la oportunidad de perfeccionar sus habilidades a partir de la competencia constante con otros jóvenes talentos. El ambiente profesional de la Reserva proporcionará la plataforma ideal para su crecimiento y preparación para desafíos mayores en el futuro. “Cambiaron todos los profes y el plantel. Hay muchos chicos jóvenes. Estamos ansiosos porque empiece el torneo. Soy uno de los más chicos de la Reserva. El referente en mi puesto es Marcelo, ahora juega en Brasil pero lo sigo desde el Real Madrid. Todavía no sé si tengo algo de él, pero es una leyenda”, remarcó Rad, que estuvo muy cerca de integrar la delegación de Primera que viajó a Uruguay en búsqueda de amistosos. “Estuve varios entrenamientos. Ese sábado que hicimos fútbol fue muy lindo; me sentí muy contento, con algo de nervios pero en esos momentos trato de relajarme y disfrutar. Es lo que siempre quise y se me está dando”, reconoció.
La emoción y el orgullo que estos jóvenes jugadores sienten al unirse contractualmente con Atlético son palpables. El agradecimiento a sus familias es algo lógico; ellos fueron pilares fundamentales en su viaje, comparten la alegría y la gratitud por ver que el esfuerzo empieza a dar sus frutos.
“Toda mi familia está orgullosa por mi presente. Cuando conté que iba a firmar el contrato, mi mamá lloró un montón. Fue un momento de mucha felicidad para ellos también”, compartió Rad. “Firmar el contrato es importante. Es una ayuda grande para mi familia y para poder comprar los boletos y demás. En mi casa están muy orgullosos por el paso que di en mi carrera; espero seguir creciendo este año”, cerró Valdez.